jueves, 12 de marzo de 2009

Diario

Te puedo imaginar sin esfuerzo, tirada en tu cama, probablemente leyendo un libro (tu último fue García Márquez) y escuchando Mozart o algún clásico de esos que te fascinan, así como la luna, la noche y el sonido de los bosques cuando llueve. Siempre fuiste tan rara, tan única, diferente. Siempre fuiste vos y nadie más, a diferencia mía que soy tantas personas a la vez que ya no sé quién soy (esquizofrénico, multifacético... ¡pobre!). Y es que vos sos una mujer sencilla María, todo te parece tan obvio, tan fácil. No sé cómo haces, si sos ingenua e inocente o si simplemente no te interesa. Para vos nacemos, vivimos, amamos y morimos, así de simple. Y si hay alguna complicación en el medio, bueno, cuestión de resolverla y listo, qué tampoco es tan difícil che. Claro, vos pensás que todo está bien, pero la realidad es que sos muy idiota en tu ignorancia, pensando que lo sabés todo, cuando no es así.

Perdón, tenés razón, me equivoqué. No sos ninguna idiota, acá el idiota soy yo. Idiota, celoso, envidioso, complicado y tan clásico en mi amargura. Es que no entiendo, no te entiendo y a mi mucho menos. Es como si todo el tiempo estuviera perdido en un río metafísico. Pero vos no debés saber qué es un río metafísico, y la verdad que no vale la pena intentar explicarte, porque no vas a saber entender y yo me voy a cansar y ya me estoy quemando con la colilla del cigarrillo. Mejor un poco más de vino y algún disco viejo de jazz o blues, que me tranquilizan el alma.
Ahora si, te puedo volver a imaginar. Seguro que no avanzaste ni dos páginas, siempre tan lenta, tan llena de paciencia y no sé para qué, la verdad... en eso somos muy diferentes, no te quepa duda. ¿Te acordás del paseo por los bosques de palermo? Esa vez que vimos a Martín disfrazado de mujer, molestando a las putas de medianoche. Qué nerviosa te pusiste, y eso que yo traté de explicarte que el muy jodido estaba cumpliendo una apuesta, que en uno de los árboles el enano estaba filmando y el video era para su cumpleaños número treinta. Al final te largaste a llorar y nos tuvimos que ir porque con tu escándalo se nos iban a venir encima. Terminamos durmiendo en tu departamento que ni sillones tenía, tuve que tirar un colchón en el piso y vos te plantaste ahí nomás, con un olor a vino que matabas y que combinado con el mío dormía a cualquiera que pasara por ahí
Te extraño María, sabés que si... mejor dejo de escribir por un rato y me voy a fumar un cigarrillo afuera, que la noche está hermosa y recién empieza.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Esa María no soy yo!!

Quizá sea quien te hizo llorar tanto?

Grillis, que lido que escribís.

Beso!

Popurrí dijo...

Me alegro que te haya gustado! No, esa María no sos vos, pero el nombre me pareció perfecto.
Gracias por pasar y ser tan constante!

Anónimo dijo...

es verdad, el amor es otra cosa

Paula Cejas dijo...

Es muy muy lindo el texto.

En un blog ajeno, una vez subi algo parecido dedicado a alguien de la blogosfera que por suerte casi nadie leyo.


Por suerte...


Y vuelvo a repetir, es muy muy lindo.

:)

Popurrí dijo...

Ahora soy uno de los afortunados que "por suerte" leyeron eso.
Ya lo charlamos ayer, no tengo nada para decir, je, a excepción del brindis por los medio imbéciles!
Gracias por pasar!

Anónimo dijo...

No me animé a ponerlo acá.
Ni siquiera me arriesgo a tener la suerte de Pali jeje
Repensé muchas experiencias con eso... me puse de los dos lados.
Igualmente lo terminé, así que cuando te conectes te lo paso.
Y reitero, sos muy estimulante.

Paula Cejas dijo...

Queda pendiente el brindis.


O un helado, seria lo mismo :)

ElChapa dijo...

Llegué un poco tarde...Me estuve actualizando! Esto está buenísimo! Mil perdones Grillito y suerte en el comienzo de la facu!!

Popurrí dijo...

Chapa:
Chapa! (si, muy redundante, pero me copio de los bloggers y pongo nombre dos puntos). Gracias por pasar pa, después necesito hablar con vos de cine, a ver cuando te cruzo. Un abrazo!