viernes, 30 de enero de 2009

El rápido

Lo subo tal cual lo escribí, sin correciones, porque sino pierde el sentido.

Ese ir y venir, tan de barco (a mi me suena a barco), tan tuyo, y es que tu y yo somos como un barco, que se va hundiendo de a poco en el mar que ahora es carretera y sin embargo lucha por no tocar el fondo, por ver una vez más la superficie y el sol que siempre quiso y cuidó (y suena a derrota, porque verlos una vez más es estar hundido ya, finito). Pero esto no es un barco, aunque se mueve como uno por este río de cemento, porque los barcos no tienen ruedas ni chofer, ni velocidad máxima (ya la pasamos), ni tienen a una porteña en el asiento de al lado esforzándose inútilmente por leer cuando ya no hay luz, como el perro que quiere caminar en dos patas, como el hombre que intenta volar sin alas, pero los perros se mueven en cuatro, y acá no hay luz, y este barco se hundo y creo que hubiese sido mejor tomar el colectivo

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es lindo, pero triste.
Es una metáfora de tu vida de hoy en día?

Me gustó, solo espero que no se refiera a nada que estés atravesando y te cause dolor.

Besote.

Popurrí dijo...

Gracias, me alegro que te haya gustado! Lo acabo de releer, y lamentó no coincidir con vos, pero me pareció asqueroso, je. Definitivamente tengo que releer varias veces, no una, cuando voy a postear algo.

Podría ser una metáfora a la forma en que escribo (como un barco que se hunde), pero eso queda al margen del lector, sino el juego no tiene emoción.

Gracias por pasar!